Introducción
El término ubicuidad significa algo que está en todas partes al mismo tiempo; y también
es
aplicado a la información en salud donde se plantea un conjunto de estrategias
para
hacer llegar los servicios de salud en donde y cuando sea necesario.
El término de uHealth, surge en el 2006 en el IX congreso internacional de
informática en enfermería, realizado en Seul, Corea. Donde el gobierno coreano
instituyo el proyecto de los servicios de U-health, que tiene como propósito mejorar
la calidad de vida al brindar servicios, productos e información de salud. Para
desarrollar servicios de uHealth dirigidos al público en general, se requiere
incluir el bienestar, comportamiento demográfico (el envejecimiento de las
sociedades), prevención y promoción a la salud con el objeto de contener los costos
de atención. Sin embargo, es necesario reconocer los desafíos en torno a la brecha
digital, contemplar los problemas de privacidad en torno al acceso y uso de datos
y
problemas éticos. La uHealth es útil para brindar servicios de salud en las zonas
rurales a través de redes electrónicas.
Ahora, la ubicuidad en salud utiliza las tecnologías de comunicación móvil, dispositivos
y sensores para obtener datos del paciente como antecedentes personales sobre su estilo
de vida con el propósito de prevenir, diagnosticar y tratar su enfermedad.
El término de ubicuidad en salud quizás no es tan conocido como es el de salud móvil
y la relación con apps, dispositivos, APIs (son aplicaciones de comunicación que pueden
aprovechar desarrollos ya construidos en lugar de crearlos desde cero), entre otras.
La ubicuidad en salud surge como parte de la persistencia del sistema de salud que
va más allá del instrumento usado.1
Los paradigmas actuales de la medicina permiten trasladar la atención hospitalaria
al paciente, en torno al eje del sistema sanitario que incluyen: eHealth, mHealth,
uHeath y pHealth.
Una de las características de la ubicuidad en salud es que dota de autonomía al paciente
o la persona y lo alejan del sistema prestador de servicios de forma directa.
eHealth es el uso de las tecnologías de la información y de comunicación en la atención,
vigilancia, educación para la salud, conocimiento e investigación.
mHealth es la práctica de la medicina y de salud pública mediante dispositivos móviles
como teléfonos, monitorización y control de pacientes mediante asistentes digitales
La uHeath combina la atención al paciente, investigación y educación para crear un
enfoque de primera línea para la atención médica. Los pacientes pueden participar
en ensayos clínicos y beneficiarse de los últimos desarrollos que se realizan rápidamente
desde el laboratorio hasta la cabecera.
pHealth es la medicina personalizada que tiene por cometido ubicar a la persona en
el centro de los procesos sanitarios sean o no proactivos.
En este momento, los teléfonos disponen de algunos de estos paradigmas como: eHealth
y mHealth, los cuales pueden brindar un servicio asistencial de mejor calidad y contribuir
a desarrollar proyectos de investigación para brindar la salud personalizada a la
sociedad.2
En lo que respecta a la ubicuidad del cuidado que ofrece el profesional de enfermería.
El uso de la eHealth favorece el empoderamiento del paciente o de la persona al aumentar
su nivel de conocimientos en salud y la capacidad en la toma de decisiones con la
mejor evidencia. De igual manera, le permite brindar su cuidado con seguridad y eficiencia.
Esta estrategia permite realizar las actividades de promoción de la salud, monitorización
de parámetros, almacenamiento y análisis de datos.
Por lo anterior, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mencionado la necesidad
de que los países desarrollen planes estratégicos y trabajen en el desarrollo y calidad
de la tecnología aplicada a la salud, conocida como eSalud.3
Vemos la importancia del uso de estas estrategias pues ha demostrado la disminución
de costos en la atención cuando se utilizan los smartphones (mHealth) al realizar
intervenciones efectivas, comparado con los cuidados habituales ofrecidos a la ciudadanía.
La ubicuidad y la salud mental
La prevalencia a nivel mundial de trastornos mentales es entre 12.2 y 49.6 % la prevalencia
anual se estima entre 8.4 y 29.1 %. En el caso de México uno de cada cuatro mexicanos
entre 18 a 65 años han padecido algún trastorno mental; sin embargo, solo uno de cada
cinco ha recibido atención.4 Por lo anterior, y proveniente de la crisis de violencia que vive el país se ha afectado
la seguridad y percepción de bienestar.
Ahora, la salud mental tiene una orientación asistencial hospitalaria más que preventiva
y una pobre cobertura. Cabe mencionar, que los recursos humanos destinados a la atención
de la salud mental son insuficientes y gran parte de estos están concentrados en los
hospitales psiquiátricos.
Por otro lado, es importante mencionar que la vinculación de la sociedad civil con
los servicios de salud mental es carente y mal aprovechada a pesar de que esta es
parte de la política social y legislativa.
La idea de generar vínculos entre las personas es para tener una fuente de salud y
bienestar; por lo que es importante y necesario disponer de la red de relaciones para
transferir recursos y contribuir a la salud mental y calidad de vida.5
Derivado de lo anterior, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó el Plan de acción
integral sobre salud mental para el periodo 2013-2020. En el marco del Plan, los Estados
Miembros de la OMS se comprometen a adoptar medidas específicas para mejorar la salud
mental y contribuir al logro de los objetivos mundiales.
Plan de acción, objetivo general: promover la salud mental, prevenir trastornos mentales,
brindar atención, mejorar la recuperación, promover los derechos humanos y reducir
la mortalidad, morbilidad y discapacidad de personas con trastornos mentales.
Uno de los objetivos principales se orienta a:
Dentro del Plan, se hace hincapié en la protección y promoción de los derechos humanos,
fortalecimiento y fomento de la sociedad civil y el papel central de la atención comunitaria.
Para alcanzar los objetivos, del Plan de acción la OMS propone y solicita a los gobiernos
a adoptar medidas claras. Los Ministerios de Salud deben asumir un papel de liderazgo
incluyendo a la sociedad.
De tal forma que el Plan de acción permita a las personas con trastornos mentales:
-
Acceder con facilidad a los servicios de salud mental y bienestar social;
-
Participar en la reorganización, prestación y evaluación de servicios, de manera que
la atención y el tratamiento respondan mejor a sus necesidades.
En el 2011, la mHealth se propone como una estrategia para la salud mental a través
de la integración de la tecnología de teléfonos inteligentes en la salud conductual.
No obstante, cabe señalar que la idea de centrar la atención en el usuario aún requiere
investigación de los beneficios de su aplicación.6
Francisco Calvo señala en su tesis doctoral que el uso de las redes sociales en línea
tiene grandes posibilidades para mejorar la salud mental de las personas sin hogar.7 De igual manera, Gema Paramio destaca en su tesis doctoral que la competencia de
eSalud se correlaciono de forma positiva y significativa con la satisfacción con la
vida, vitalidad subjetiva y autoestima.8
En México Matus Ruiz, et al., exploraron el potencial de las tecnologías móviles en
la salud mental de las comunidades indígenas donde se concluyó su valor para atender
las necesidades de salud mental de los migrantes que confrontan duelo por la ruptura
familiar y elevada vulnerabilidad frente a las adicciones.9
Salud mental y enfermería
La salud mental más que un concepto único incluye los sentimientos, pensamientos y
conductas saludables para interpretar exactamente la realidad, tener un autoconcepto,
relacionarse con los otros, controlar la propia conducta, afrontar de forma positiva
las dificultades de la vida y alcanzar un sentido de la vida.10
El cuidado de la salud mental por su parte es el conjunto de actividades basadas en
una recopilación variada de conocimientos culturales y científicos destinados a prevenir,
promover, proteger y restablecer la salud mental de las personas y grupos humanos.11
La práctica de enfermería en la salud mental incluye actividades educativas, asistenciales,
de investigación y terapéutica; con especial énfasis a las intervenciones interpersonales.
Favoreciendo los procesos individuales y colectivos para desarrollar las potencialidades
humanas y contribuir a la identidad personal.
Derivado de la interacción y del vínculo del profesional de enfermería y de la persona,
que va más allá de la interpretación, donde se crea una relación de ayuda y beneficio
mutuo. En la salud mental se requiere generar este vínculo y contribuir con la libertad
de mantener y enriquecer todas nuestras capacidades para la vida; aun en situaciones
adversas; ante una crisis vital o una verdadera pandemia que ponga en riesgo la vida
propia y de la humanidad en su conjunto.
Por lo que la práctica de enfermería a través de dispositivos digitales confronta
nuevas realidades derivadas del uso de diversos dispositivos y de esta forma promueve
nuevas relaciones consigo mismo y con el mundo. La mHealth considera la práctica del
cuidado como un acto responsable y racional, de capacidad de las tecnologías digitales
para registrar múltiples aspectos corporales y comportamentales de emergencia, de
una economía digital y capital viviente explotable.
Los métodos tradicionales de cuidado se inscribían en una ética del cuidado de sí;
sin embargo, los dispositivos digitales pueden ser sólo técnicas de control y vigilancia
alejada de la ética y la verdad. De manera que, su adopción enfrenta la búsqueda crítica
de su aplicación y uso.12