Introducción
El estrato de la pirámide poblacional de los adultos mayores (AM) se ha encontrado
en un crecimiento exponencial durante los últimos años,1 como producto del aumento de la esperanza de vida. Sin embargo, el envejecimiento
de la población aunado a la presencia de enfermedades crónicas ha generado diversos
problemas de índole biopsicosocial reflejados en enfermedades como la depresión. De
los Santos y Carmona,2 encontraron en México 74.3% de personas adultas mayores con depresión.
La depresión es un trastorno mental frecuente, se caracteriza por un conjunto de episodios
de alteración del estado de ánimo, puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar
la capacidad para afrontar la vida diaria de una persona por el periodo de tiempo
de duración.4,5 Un episodio depresivo se caracteriza por desinterés, pérdida de la confianza en sí
mismo, sentimientos de inferioridad, tristeza, desesperanza, anhedonia, falta de concentración
y cansancio.4 Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas los episodios depresivos
pueden clasificarse como leves, moderados o graves.3
Las consecuencias de la depresión no tratada en intensidad de moderada a grave y de
larga duración pueden ser desde, el deterioro de la calidad de vida hasta la presencia
de ideas suicidas que pueden culminar con la muerte.3 Dicha situación lleva al AM a la necesidad de recibir atención hospitalaria y especializada
por personal capacitado.
La Organización Mundial de la Salud,5 entre otras organizaciones, ha elaborado manuales sobre intervenciones psicológicas
breves para tratar la depresión que pueden ser utilizados por trabajadores no profesionales.
En estos se explica la utilización de la activación conductual, entrenamiento en relajación,
tratamiento para la resolución de problemas y el fortalecimiento del apoyo social.
Por lo que se considera que el pasante de la licenciatura en enfermería y acorde con
lo que señala Lara 6 es el perfil que puede brindar un cuidado eficiente y reflexivo. Según Patricia Benner
7,8 ha enfrentado suficientes situaciones reales durante la prestación de Servicio Social
para notar los componentes situacionales significativos y recurrentes. Sin embargo,
necesita apoyo de un profesional de enfermería para analizar el entorno clínico y
establecer prioridades, es decir, recibir el acompañamiento de un mentor.7,8
Durante el servicio social, el pasante de la licenciatura en enfermería se enfrenta
a situaciones reales que lo hacen consciente de la dificultad para resolver lo que
es más importante en una institución de salud. Por lo que su actuar debe ser basado
de manera importante en el uso de la evidencia científica, del pensamiento crítico
y de asesoría de profesionales de enfermería expertos. Lo anterior como un camino
para transitar de manera idónea al nivel “competente”.7
Por lo antes descrito, surge la pregunta de investigación ¿Cuáles son las experiencias
de un pasante de la licenciatura en enfermería en el cuidado de una mujer adulta mayor
con depresión?. El objetivo del presente artículo es describir las experiencias de
un pasante de la licenciatura en enfermería en el cuidado de una adulta mayor con
depresión, hospitalizada dentro de una institución de salud de tercer nivel de atención
de la Cuidad de México. A fin de que sirvan como punto de referencia para los pasantes
de enfermería de nuevo ingreso y desde el inicio del servicio social se acerquen a
los profesionales de enfermería, equipo de salud y familiares involucrados en el cuidado
del adulto mayor con depresión para que adquieran las habilidades y competencias de
manera oportuna.
Materiales y métodos
Sitio de estudio: en el servicio de hospitalización de una institución de salud
de tercer nivel de atención designada para la atención especializada de psiquiatría
a población en general. Ubicada dentro de una de la alcaldía de Tlalpan en la
Ciudad
de México.
Diseño del estudio: se realizó una investigación cualitativa por medio de una
autoetnografía con narrativa personal, en la cual se desarrolla la interpretación
propia del investigador dando lugar a lo subjetivo y emocional.9,10
Características de los participantes: el investigador como principiante avanzado
desempeñando actividades dentro del rol de pasante en servicio social de la
licenciatura en enfermería, una adulta mayor con diagnóstico de trastorno de
depresión mayor e ideas de muerte, una cuidadora familiar y el equipo de salud.
Técnica de recolección de datos: se elaboró un escrito en el que se narran y
describen las experiencias del investigador a lo largo de su desenvolvimiento
como
pasante dentro de la institución psiquiátrica durante agosto 2019 a marzo 2020.
Desde el primer día, se complementó con las diversas actividades de búsqueda de información
digital en libros de la propia institución, la asistencia a congresos y cursos virtuales.
Así como con las notas de campo de la interacción diaria con el personal de enfermería,
médicos psiquiatras, la coordinación de enseñanza de la institución sobre aspectos
de la depresión en el adulto mayor. También, con la cuidadora en el desarrollo de
la implementación de las actividades con la adulta mayor. Día con día, se escribieron
notas de campo, cada mes se estructuraron las vivencias y pensamientos; realizando
reflexiones sobre la adquisición de habilidades y competencias al margen de las situaciones
y del servicio en el que se encontró
Consideraciones éticas: se otorgó un consentimiento informado tanto para la
cuidadora como para la persona adulta mayor en el cual aceptaron participar de
manera voluntaria en la investigación. La presente investigación es derivada del
proyecto PAPIIT -IN306819, el cual fue enviado al Comité de Investigación de la
Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia aprobado mediante el protocolo
CI/ENEO/114
Resultado
Participaron en el estudio un pasante de la licenciatura en enfermería o principiante
avanzado, una adulta mayor de 76 años viviendo sola e independiente para las actividades
de la vida diaria en situación de desempleo por jubilación de una productora de comerciales.
En el momento del estudio la participante se encontraba hospitalizada en una institución
psiquiátrica ubicada en la Cuidad de México. Presentaba trastorno depresivo mayor
e ideación suicida indicando depresión grave. Su hija única de 44 años soltera desempeñaba
el rol de cuidadora familiar, con 2 meses a cargo de la persona adulta mayor vía telefónica;
tiempo en que había notado manifestaciones de depresión. Ambas de nivel socioeconómico
alto.
El presente artículo se centra en describir la categoría “Dirección y desenvolvimiento
con el adulto mayor” junto con las subcategorías: a) Preparación y encuentro con la
persona adulta mayor con depresión, b) Desarrollo en la valoración, diagnóstico y
planeación, c) Implementación de las actividades, d) Replanteando las actividades,
y e) Alta y cierre.
Dirección y desenvolvimiento con el adulto mayor
El abordaje del cuidado de una persona adulta mayor hospitalizada por trastorno depresivo
mayor en una institución psiquiátrica implicó varios desafíos. Por un lado, encontrar
a la persona adulta mayor cuyo diagnóstico principal correspondiera a trastorno depresivo,
problema de salud elegido para la elaboración de la investigación. Esto implicó reflexionar
y comprender de forma importante el trastorno depresivo, ya que son diversos los diagnósticos
que giran en torno a este problema de salud como los trastornos psicóticos que tienen
diagnóstico secundario la depresión. Así mismo, el trastorno de depresión mayor se
puede manifestar con diferentes grados desde leve a grave, estas comúnmente requieren
de atención en una institución psiquiátrica. No obstante, el pasante de enfermería
buscaba que la persona adulta mayor presentará trastorno depresivo de grado leve a
moderado, dado que las intervenciones de enfermería para la terapia elegida, según
la evidencia científica eran más efectivas dentro de estos niveles de depresión.13 Es importante mencionar que en la institución psiquiátrica la afluencia de adultos
mayores es reducida comparada con otros grupos de población por lo que las experiencias
del pasante fueron también reducidas, por lo que resulta necesario previo a la realización
de cualquier procedimiento, la planeación. Es así como es necesario, la preparación
del primer encuentro con la persona adulta mayor con depresión, de la valoración,
la revisón del diagnóstico, de la planeación e implementación de las actividades,
así como replantear las mismas al alta y cierre.
a) Preparación y encuentro con la adulta mayor (primera semana)
Una vez ubicada a la persona adulta mayor se gestionaron los permisos para la atención,
en virtud, de que se trata de una persona con ideas de muerte y ante cualquier circunstancia
se puede ocasionar alteración en su estado emocional. En consecuencia, el primer encuentro
produjo en el pasante de enfermería sensaciones de intriga, incertidumbre e inseguridad
sobre cómo dirigirse con la persona. Ante dicha situación, se recurrió al expediente
clínico como un primer acercamiento con la persona, con el propósito de conocer la
historia de vida.
Después de la presentación con la adulta mayor para plantear las actividades enfocadas
en el mejoramiento de su salud, el principiante avanzado percibio a la mujer con expresiones
de preocupación y sentimientos agobiantes. Esto causo una sensación de no haber logrado
confianza necesaria en la adulta mayor, por ende, inseguridad en su actuar.
b)Desarrollo en la valoración, diagnóstico y planeación (primera semana)
El primer día acordado con la adulta mayor hospitalizada para realizar la valoración,
el pasante de enfermería se dirigio con los médicos psiquiatras del servicio, quienes
recomiendaron no profundizar demasiado en la entrevista, ya que existía la probabilidad
de agitación en su estado emocional. De igual forma, recurrió con el personal de enfermería
que le enfatizó sobre las ideas de muerte de la mujer AM con el fin de recordarle
las precauciones a considerar en su interacción y la dificultad para lograr un cambio
de ideas. Sin embargo, el principiante avanzado no se detuvo, se dirigió a la AM con
el ánimo de poder realizar la valoración.
La interacción con la AM comienzó con la aplicación de la escala de Katz 14 y enseguida Mini-mental State Examination de Folstein 14. En cuanto a la evaluación
de las actividades de la vida diaria los resultados reflejaron independencia en todos
los apartados: baño, vestirse/desvestirse, uso del retrete, movilidad, continencia
y alimentación; con ayuda de la narración de la AM se corroboró la rutina y su capacidad
para realizar las actividades de la vida diaria.
Más adelante, se aplicó la escala depresión geriátrica de 15 ítems (GDS-15 por sus
siglas en inglés Geriatric Depression Scale).14 El resultado fue de nueve puntos, se corroboró la depresión grave, de igual manera,
por las palabras externalizadas acerca del sentir de la AM. Además, al terminar la
aplicación de la escala, la AM expresó que experimentaba malestar y sentimientos de
quererse morir.
Palabras del pasante de enfermería “aunque me encontraba preparado para tratar con este tipo de situaciones y poder brindar
una contención, esto me hizo sentir incomodidad e incompetencia”. “De momento sentí
como un tambaleante desequilibrio, que me impidió afrontar la situación y no saber
cómo dirigirme a la AM”. Las intervenciones aplicadas fueron los ejercicios de respiración, los realizamos
en sincronía tanto el pasante de licenciatura como la AM, llegando a una ligera calma
para poder continuar con las siguientes actividades. Es trascendental decir, que “durante la aplicación de la escala me invadió una sensación de inseguridad debido
a la poca experiencia”
c) Implementación de las actividades (primera semana)
Al explicar, el plan para desarrollar la terapia de activación conductual y la calendarización
de las actividades para la primera semana a la AM pareció agradarle y estar de acuerdo;
reflejándose un cambio en la apariencia de la mujer, ya no se percibió la expresión
de preocupación.
Dentro de las actividades que comprendían la terapia de activación conductual a la
adulta mayor fueron: desayunar en el comedor, arreglar su cama y habitación, interactuar
con alguien de sus compañeras usuarias o cuidadora, caminar, leer o ver alguna película
en grupo y tomar un baño en el horario que gustara. El cumplimiento día a día de todas
las actividades debía registrarlas en la hoja que contenía un calendario, contestando
la pregunta ¿cómo se sintió al realizar la actividad?, para ello, debía solicitar
apoyo de su cuidadora.
Dos días después acudí a revisar si había realizado las actividades y al preguntar
a la AM, si había realizado las actividades acordadas, la contestación fue “no, ninguna”, se revisó el calendario y no tenía nada escrito. El argumento fue: “no tengo interés o motivos para hacerlo” características propias del trastorno depresivo denominadas anhedonia y desesperanza.
Otras manifestaciones observadas en la conducta de la AM: la insistencia de cambiar
algo que no podía con cierta culpabilidad, “intentaba cambiar con la mirada piezas
del adoquín del piso”. Esto aparece cuando la persona quiere modificar algo de su
vida que no puede, obedece a algún remordimiento por los acontecimientos en el pasado.4
Presencia insistente de ideas suicidas. Al hablar con ella sobre el tema se encontró
la presencia de pensamientos sobre la vida personal identificando: no tener motivos
para seguir viviendo, soledad y sentir una pesadez en lo emocional que no le permitían
pensar en otras situaciones. Las palabras que mencionaba constantemente fueron: “me quiero morir”.
d) Replanteamiento las intervenciones (segunda y tercera semana)
Después de reiterados encuentros y pláticas con la adulta mayor durante la primera
y segunda
semana, el principiante avanzado genero la suficiente confianza. Ella habló
sobre su tristeza, cuestiones particulares de su sentir, también de las
actividades que le hacían feliz como: el trabajo, salir con amigos, hablar con
su hija, salir a caminar por los parques, tomar café en algún lugar cerca de
alguna localidad pintoresca, fue así como se puntualizó en las actividades que
generaban pensamientos positivos. De acuerdo con lo anterior se estructuró un
nuevo calendario de actividades que debia realizar: hablar con su cuidadora o
compañeras usuarias sobre cualquier situación o tema sobre sus vidas, en el
comedor a la hora de la comida conocer a la mayoría de las usuarias que se
encontraran ahí, realizar dibujos, crucigramas o sopas de letras para cumplirlas
a la hora que fuera, anotar el sentimiento o la emoción. Esto lo considere un
gran avance en mi actuar como pasante de enfermería.
Al día siguente a la entrega del calendario a la paciente AM intuí como si tuviera
algún
plan, que no quería que nadie conociera: ¡tal vez, no realizar las actividades,
tal vez, suicidarse!. Esto como una habilidad adquirida por la experiencia,
aunque de pocos meses de la atención en general con los usuarios, intuí, la
posibilidad de que planeara lesionarse.
e) Alta y cierre (tercera semana)
Grande fue mi sorpresa pese a las diversas actividades que se habían planeado nuevamente
a mi insistencia y al seguimiento; estas no se concluyeron, ya que la mujer adulta
mayor no cooperó. La hija de la mujer solicitó la alta voluntaria, no hubo objeción
alguna, el pasante de enfermería le sugirió cumpliera con el periodo de hospitalización
que estaba indicado, pero no detuvo el proceso.
Esto para el pasante de enfermería significó un bloqueo en las emociones y pensamientos,
él no podía creer el hecho sucedido, pues ¡ya no podía realizar ningún esfuerzo para
que se imple- mentaran las intervenciones para mejorar la salud emocional de la AM,
así como al mismo tiempo el pasante obtener aprendizaje. Sin embargo, se reservó sus
sentimientos, comprendió que eran fiestas decembrinas teniendo la esperanza que la
compañía familiar pudiera realizar un efecto positivo en la mujer AM.
El interés por la mejora en la salud de la adulta mayor jamás dejó de estar en el
pensamiento del pasante de enfermería, la intriga por saber ¿el por qué? del no cumplimiento
de las actividades y la finalización de la hospitalización, queda una desilusión por
no haber logrado el objetivo.
Discusión
El pasante de enfermería durante la aplicación de las escalas de Katz y depresión
geriátrica reportó sentir inseguridad producto del número reducido de oportunidades
para realizar el procedimiento; también, por el corto periodo de tiempo para brindar
atención a la adulta mayor. Esto acorde a lo que señala González,15 refiere el tiempo como un elemento
importante para adquirir las habilidades; que a su vez se ve mediado por la cantidad
de experiencias de aprendizaje que se presenten. De igual forma, otras investigaciones
señalan la cantidad de sucesos como antecedentes a partir de los cuales se integran
los diferentes recursos para discernir la situación y sus derivados. Así como tener
éxito de esa manera en la competencia, es decir, confianza y seguridad en los procedimientos
que realiza.7,8,15
Varios fueron los factores del pasante en enfermería al decidir la terapia de activación
conductual (TAC) que no permitieron disminuir los síntomas de depresión en la adulta
mayor en tres semanas. El primer factor fue interpretar de manera errónea la evidencia
científica, al reportar a la terapia como novedosa por sólo requerir un periodo corto
para su implementación y obtener resultados óptimos en la disminución de los síntomas
del trastorno depresivo mayor. La TAC estaba indicada en el tratamiento de la depresión
leve a moderada y la adulta mayor presentaba trastorno depresivo mayor manifestado
por: anhedonia, desesperanza e ideas de muerte. Las cuales constituyeron barreras
que no permitieron a la mujer adulta mayor la realización de las actividades establecidas
en la terapia.
En segundo error, aplicar la terapia en una población dadas las características de
envejecimiento, consecuente deterioro cognoscitivo es difícil comprendiera la importancia
del cumplimiento de las actividades. Por último, para su implementación indicaba enfermeras
especialistas en salud mental; no obstante, también señalaba que era de fácil entrenamiento
coincidiendo con lo que señala la Organización Mundial de la Salud.5 En consecuencia, el pasante de enfermería consideró adquirir la habilidad, sin pensar
que la falta de experiencia podía rebasar su nivel de competencia, sólo pensó en mejorar
la salud de la AM, pues algunos estudios muestran que esta terapia tiene eficacia.13,16,18
Lo anterior concuerda con González 15 refiere, en un pasante de enfermería hay un interés y motivación en la atención como
responsabilidad al otorgar el cuidado, pero sólo tiene el dominio parcial de la situación
;seguía en su totalidad por la teoría, asume la información como normativa, tiene
dificultad para afrontar las situaciones y sobrepasan su habilidad y conocimientos,
por lo que necesita de tutoría de la enfermera experta.15
Por su parte González 15 señala los aspectos en los que no posee habilidades, se adquieren dependiendo del
contexto y que mucho depende de la búsqueda constante de información y asesoría para
la práctica. En este sentido, también es acorde a lo que señala Toribio y Canca 17 que refieren a la tutoría como fundamental en el desarrollo dentro de las situaciones
complejas. De igual manera, señala que el principiante avanzado de enfermería requiere
del ejercicio práctico, teórico y de una visión integradora amplia sobre el manejo
de la situación y el consejo de las enfermeras con más experiencia para adquirir las
habilidades por imitación. También recalca la importancia del tutor tanto para el
aprendizaje como para el reforzamiento del papel que se encuentra cumpliendo, situándolo
como referente clínico para el desarrollo de profesionales en formación que se encuentran
en la adquisición de estas características.15,17
Conclusiones
Dado que las habilidades se adquieren progresivamente por el principiante avanzado,
tres elementos importantes para la adquisición de competencias son el tiempo, el número
de situaciones a las que se enfrente y el acompañamiento del profesional de enfermería
experto del servicio. Imprescindible contar de manera oportuna con la asesoría de
expertos, por ello, la importancia del compromiso, iniciativa y actitud del pasante
para buscar y pedir ayuda al equipo de salud. Estas son estrategias elementales para
el desarrollo y logro de las competencias requeridas en un año de servicio social.
Además, el pasante en enfermería es importante que considere el uso, aplicación e
interpretación correcta de la evidencia científica aunada a la aplicación del pensamiento
crítico en su práctica diaria.
El modelo de Patricia Benner de adquisición y desarrollo de competencias se aplica
en este estudio, pues indica que a medida que el profesional de enfermería obtiene
experiencia, el conocimiento clínico se transforma en una combinación de conocimientos
prácticos y teóricos. Es así como la experiencia obtenida en un año de prestación
de Servicio Social acrecenta la formación de un pasante de enfermería.
Las experiencias del pasante en enfermería son una referencia para los que inicien
servicio social para optimizar el tiempo y las experiencias en la implementación de
terapias en la mejora del estado emocional del AM, sin olvidar el valor que tiene
la asesoría del tutor durante la prestación del servicio social, así como el acompañamiento
del personal de enfermería experto del servicio.
Las limitaciones de esta investigación: alta voluntaria y prematura de la adulta mayor
por lo que sólo se tuvo la oportunidad de aplicar la terapia durante tres semanas.
Se declara la inexistencia de conflictos de interés. Esta investigación fue financiada
bajo el Programa UNAM-PAPIIT IN306819