Introducción
La política internacional está enfocada en una búsqueda mayor de donadores debido
a una demanda creciente mientras que estos son pocos. Desde luego, la cultura de la
donación está permeada por los factores sociales y psicológicos que influyen directamente
en la decisión de la familia de un potencial donador por muerte encefálica.
Actualmente existe una decadencia en la cultura de donación de órganos en México a
pesar de la creciente lucha de las coordinaciones de donación institucionales, hoy
el Centro Nacional de Trasplantes CENATRA registra que existen 20 154 personas en
espera de recibir trasplante mientras que solo 5 448 trasplantes son concretados.1
El conocer y definir la muerte cerebral tendría consecuencias de largo alcance en
la naturaleza de la existencia consciente. Por otro lado, las discusiones profesionales
y populares sobre: qué es la muerte, qué es el individuo, y quiénes los dueños del
cuerpo después de la muerte dieron paso a lo que ahora conocemos como la donación
de órganos.2
En estudios de encuestas de opinión pública se ha reportado que solo el 75 % de los
encuestados están a favor de la donación. A nivel mundial del total de los potenciales
donantes, se realiza una entrevista familiar al 85 % de estos y se otorga el consentimiento
para la donación solo en el 47 % de ellas.3
En los relatos mitológicos de la India, China y Egipto podemos encontrar narraciones
referentes a que el trasplante puede ser más antiguo de lo pensado.4
La historia temprana del trasplante de órganos ha sido relacionada con los anhelos
de la longevidad del ser humano. En el Siglo II aC., el cirujano chino Pien Ch´iao
en apariencia realizó el trasplante de una variedad de órganos y tejidos. Sin embargo,
el clima científico de China durante este periodo no era favorable al arte quirúrgico
y estos reportes han sido considerados como historias y leyendas populares a lo largo
de generaciones.5
Por otra parte, la innovadora técnica quirúrgica de Gaspare Tagliacozzi de Bolonia
(1547-1599) que consistía en reconstruir partes del rostro mediante injertos quedó
perfectamente plasmada en la obra que lo hizo famoso De curtorum chirurgia per insitionem, publicada por Gaspare Bindoni en 1597 en Venecia, la técnica de Tagliacozzi; en
la cirugía actual ha tenido un gran impacto apoyada por la experiencia tanto del siglo
pasado como de los últimos años.6
John Hunter (1728-1793), el padre de la cirugía experimental, quien fue responsable
de establecer las bases científicas de la cirugía moderna. Postuló que todas las sustancias
vivientes tenían la disposición de unirse cuando se ponían en contacto.
En 1804 Guiseppe Baroni (1759-1811) de Millán publicó en sus experimentos exitosos
en trasplantes cutáneos libres en ovejas. Dieciocho años más tarde, Johann Dieffenbach
(1792-1847) especializado en trasplantes de piel y cirugía plástica, publicó su tesis
en trasplante experimental y regeneración de tejidos.7
A principios del siglo XVII, Charles Edouard Brown-Séquard sugirió que los miembros
amputados podrían ser reimplantados. Así fue capaz de implantar colas de rata y de
gato en las crestas de los gallos. Incluso injertó testículos completos de caballos
en perros viejos. El siglo XIX se caracterizó por el desarrollo de los injertos libres.
El uso generalizado de estos permitió a su vez la utilización de una gran variedad
de aloinjertos (trasplante de órgano, tejido o células de un individuo a otro individuo
de la misma especie) y xenoinjertos (fragmento de tejido que se implanta en una parte
del cuerpo para reparar una lesión, normalmente de forma provisional) con múltiples
reportes de resultados buenos y de larga duración.
La idea de trasplantar parte u órganos completos cambió, y las investigaciones ahora
van de lo técnico a lo biológico hacia finales del siglo XIX. Un problema que faltaba
por resolver para para permitir la revascularización directa de órganos era el desarrollo
de técnicas efectivas de anastomosis vasculares sin trombosis, hemorragias, ni estenosis.
La disponibilidad de órganos y tejidos es escasa, de acuerdo a Querevalú-Murillo el
abismo entre la oferta y la demanda representan ya un problema de salud, latente a
convertirse en emergencia7. En los países desarrollados el número de trasplantes de origen cadavérico es del
80% y el 20 % restante es de origen de donante vivo. En el caso de México la relación
es inversa, entendiendo que de cada 10 trasplantes, ocho casos son de donante vivo.7
Una revisión sobre la donación de órganos de personas con muerte encefálica coadyuva
a aumentar el número de donaciones reales, ya que se beneficia a un mayor número de
receptores. Es importante destacar que el Instituto Nacional de Neurología es pionero
nacional en la procuración y recepción de órganos
En la realidad de la clínica se hace la invitación a donar y la evidencia, hasta ahora,
dice que no hay voluntad de donar. El evaluar experiencias de los familiares tiene
el atributo de que cada caso es absolutamente diferente.
Se dice, que: “la historia del trasplante es la historia de los inmunosupresores”,
pero estos han sido mucho más que meros facilitadores de los trasplantes. Este concepto
revolucionó el mundo de la salud, lo mismo ocurrió con el concepto del receptor y
su ligando, las moléculas y los receptores.
Una de las iniciativas para aumentar la donación de órganos y tejidos en México mencionadas
por Querevalú es la donación proveniente de personas con muerte encefálica, considerada
incluso como la ruta idónea para disminuir el número de personas en lista de espera,
ya que se estima que un donador multiorgánico representa un ahorro para el presupuesto
de salud en México.7
Diversos autores coinciden en que la escasez de órganos se debe a la incapacidad de
convertir a los potenciales donantes en donantes efectivos y no a la falta real de
donantes como lo menciona Sebastián Solar en su artículo sobre los “Tres factores
que influyen en la actitud de las personas ante la donación de órganos”. Exponiendo
como uno de sus postulados la creación de un sistema efectivo de información, acercamiento
a los familiares y procuramiento de órganos como puntos clave cuando se pretende que
los donantes potenciales se conviertan en donantes efectivos; pues piensa que es necesario
considerar las particularidades de cada sociedad. No se puede dejar de lado la opinión
de los ciudadanos y el conocimiento de la experiencia del proceso vivido por familiares
de donantes.8
La información a los familiares y el consentimiento informado son quizás los mayores
desafíos para los profesionales de la salud. En la medida que conozcan la evolución
clínica y el pronóstico del paciente, se facilita el proceso, garantizando la calidad
de comunicación entre el coordinador de trasplantes y la familia, vínculo en especial
delicado. Quienes desempeñen esta labor deberían prestar máxima atención a las necesidades
de acompañamiento y apoyo global a la familia durante el doloroso proceso de la pérdida
de un ser querido.
La familia ante la donación de órganos
La familia puede colaborar de manera eficaz y efectiva en el proceso de obtención
de órganos, si se le hace saber, de una forma adecuada en qué consiste la donación.
Como menciona Solar uno de los factores que complican este proceso es la falta de
conocimiento sobre el diagnóstico de muerte encefálica y el proceso de sustraer y
distribuir los órganos.9 Otro punto importante, es el deseo de no lastimar a quien se ama y al mismo tiempo
de ayudar, en consecuencia, pueden obstaculizar la aceptación para la donación.10
A nivel mundial los resultados de las entrevistas realizadas a los familiares de los
candidatos a donar sólo el 47 % otorgan su consentimiento, esto contradice a las entrevistas
de opinión pública pues muestran que más del 75 % de los encuestados están a favor.
Lo precedente, es interesante si bien podría considerarse que la idea de donar cambia,
en el momento en el que las personas experimentan la muerte encefálica y por ende
el estado viable de donación; en ésta coyuntura entran en juego diversos factores,
como lo menciona Rivera-Durón en su estudio sobre la negativa familiar en un proceso
de donación entre ellos: los vínculos emocionales, creencias religiosas, influencias
culturales, integridad corporal, interacciones previas con el sistema de salud, desconfianza
médica, la no comprensión del diagnóstico de muerte encefálica y el desconocimiento
sobre el proceso de donación de órganos.11
De igual modo, dice: en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía del total
de los casos detectados con muerte encefálica, el 74.4 % llevan a la entrevista familiar,
de estos, el 57.1 %, de las entrevistas familiares terminaron en negativa, resultando
similar al 53 % reportado a nivel mundial. Partiendo de los supuestos anteriores,
comenta: “dado que la solicitud de donación, por lo general se produce en el contexto
de un intenso dolor y desesperación terminando en la imposibilidad de llegar a un
acuerdo entre los mismos familiares, reflejando únicamente la diversidad de posturas
en la sociedad respecto al tema, por lo que, el proceso se ve obstaculizado, por consiguiente,
hay que buscar las mejores estrategias para disminuir su negativa”.
Las causas de las bajas tasas de donación de órganos en México son multifactoriales;
sin embargo, el principal factor limitante es el bajo porcentaje de familias que den
su consentimiento para la donación.3
La muerte encefálica (ME) se define como la pérdida irreversible, por causa conocida,
de las funciones de todas las estructuras neurológicas intracraneales, tanto de hemisferios
cerebrales como de troncoencefálico.12
La muerte encefálica antes llamada y conocida como muerte cerebral ha sido reconocida
y aceptada mundialmente desde 1959 por Mollaret y Goullon en París como: “coma depassé” o “coma sobre pasado”, caracterizada por ausencia total de la conciencia, arreactividad
cerebral absoluta y ausencia total de reflejos del tronco encefálico.
El tema ha sido analizado, revisado y actualizado periódicamente por expertos internacionales;
En 1968 por el Comité Ad Hoc de Harvard formado por médicos, bioeticistas y teólogos, en 1971 se establecieron
los criterios de Minnesota. Es aceptada por la gran mayoría de las religiones en el
mundo.13
La ley de voluntad anticipada, menciona que: “toda persona mayor de edad, en pleno
uso de sus facultades mentales, puede, en cualquier momento e independientemente de
su estado de salud, expresar su voluntad por escrito ante dos testigos, de recibir
o no cualquier tratamiento, en caso de que llegase a padecer una enfermedad y estar
en situación terminal y no le sea posible manifestar dicha voluntad. Dicho documento
podrá ser revocado en cualquier momento como lo menciona el artículo 166 Bis 4.14
Aun cuando, para los fines de las disposiciones legales en materia de muerte encefálica
el legislador es consistente con esta idea filosófica al disponer que: no existirá
impedimento alguno para que a solicitud y con la autorización de las siguientes personas:
el o la cónyuge, el concubinario o la concubina, los descendientes, los ascendientes,
los hermanos, el adoptado o el adoptante; conforme al orden expresado; se prescinda
de los medios artificiales cuando se presente la muerte encefálica comprobada y se
manifiesten los demás signos de muerte a que se refiere el artículo 343.15
El establecimiento claro de las leyes es importante; no obstante, al hacer una comparación
con las legislaciones de países como Estados Unidos de Norteamérica y España podemos
decir que las leyes de México son muy claras y bien establecidas motivo que no beneficia
el tema de la donación de órganos a diferencia de los países mencionados. Pero la
legislación sigue siendo nuestro mejor camino y apoyo para la donación de órganos
por muerte encefálica.16
Diagnóstico de muerte encefálica
La exploración neurológica del paciente con sospecha de ME tiene que ser realizada
por médicos expertos en la valoración de pacientes comatosos y con patología neurológica
crítica. Esta debe ser sistemática, completa y extremadamente rigurosa.17
Dada la importancia clínico legal del diagnóstico, todos los hallazgos deben de quedar
reflejados adecuadamente en la historia clínica. Por ello, es imprescindible conocer
la causa del coma mediante la historia clínica y documentación de neuroimagen, con
una TC craneal que demuestre la presencia de lesión estructural, grave y catastrófica
en el sistema nervioso central, compatible con la situación clínica. Así descartamos
causas metabólicas o clínicas que puedan ser reversibles. 18
Material y métodos:
Se llevó a cabo un estudio mixto cuanti-cualitativo retrospectivo, transversal en
una institución de tercer nivel. Criterios de inclusión: familias con un integrante
donador real por muerte encefálica en una institución de tercer nivel, que acepten
participar en la investigación, se haya concretado la donación de órganos y residan
en la Ciudad de México y Estado de México. Criterios de exclusión: familias que no
acepten participar en la investigación; que no provengan de la Ciudad de México o
Estado de México y que no cuenten con los datos suficientes para ser contactados.
Para la recolección de datos se llevó a cabo una entrevista directa grabada y transcrita
con una guía de entrevista a profundidad, ésta sigue el modelo de una conversación
entre iguales, y no de un intercambio formal de preguntas y respuestas. Análisis de
datos cualitativos: identificación de categorías y subcategorías relacionadas con
la experiencia de tener un familiar potencial donador por muerte encefálica. Fase
cuantitativa: archivo clínico del hospital de tercer nivel de atención, con todos
los expedientes de pacientes donadores potenciales por muerte encefálica existentes
en el mismo. Criterios de inclusión: todos los expedientes de donadores potenciales
por muerte encefálica. Criterios de exclusión: aquellos que no tengan la hoja del
cuestionario a familiar, los que no tengan hoja de datos sociodemográficos, también
aquellos que hayan salido del archivo por razones administrativas durante el periodo
del estudio. Análisis: estadística descriptiva con valores porcentuales, en Spss 23,
clasificación por variables: sociodemográficas y de actitud.
Resultados
El 51.8 % de la población tuvo el diagnóstico de hemorragia subaracnoidea; seguida
del 18.4 % con diagnóstico de tumor cerebral. Y un 9.6% diagnosticados con evento
vascular cerebral. Destaca un 1.8 % con diagnóstico de criptocosis cerebral.
El 93.3 % de la población proviene de la región centro de México, seguido del 5.3
% de la región sur. Destacando el 1.8 % del norte del país.
Los datos de índice de donación muestran que del total de donadores potenciales a
los que se les realiza la entrevista el 67.5 % rechaza la donación de órganos y el
32.5 % se convierte en donador real tabla 1.
Tabla 1
Índice de donación de órganos por muerte encefálica
Donó órganos
|
Fo
|
%
|
% ac.
|
Si
|
37
|
32.5
|
32.5
|
No
|
77
|
67.5
|
100.0
|
Total
|
114
|
100.0
|
|
El 21.9% de la población tiene entre 55 y 64 años, seguido del 19.3% con 45 y 54 años.
Destaca
el 11.4 % que se encuentra dentro de los 65 años o más. Al relacionar los datos
con
el índice de donación, se muestra que la edad en que más aceptan la donación está
entre los 45 a 54 años siendo el 50 % de la población de este rango la que acepta
la
donación de órganos. Destaca el 14.3 % entre 25 y 34 años de edad que aceptan
la
donación a diferencia del 85.7 % de los que la rechaza gráfica I.
Gráfica I
Distribución de edad de los donadores por muerte encefálica en relación con el índice
de donación de órganos
Fuente: Guisety López Cantera, 2020
Los datos muestran que el 53.5 % de la población que se hace responsable de tomar
la decisión de aceptar o rechazar la donación es de sexo femenino y el 46.5 % de sexo
masculino, en la relación con el índice de donación el 43.3 % de los hombres aceptan
la donación a diferencia del 23 % de las mujeres que se convierten en donadoras reales
tabla 2 y gráfica II.
Tabla 2
Distribución por género de los donadores potenciales por muerte encefálica
Género
|
Fo
|
%
|
%ac.
|
Masculino
|
53
|
46.5
|
46.5
|
Femenino
|
61
|
53.5
|
53.5
|
Total
|
114
|
100.0
|
100.0
|
Gráfica II
Distribución por género de los donadores y el índice de donación de órganos por muerte
encefálica
Fuente: Guisety López Cantera, 2020
Los datos muestran que el 58.8 % de la población es casado. Destacando el 4.4 % de
las personas que son viudas de la misma manera que los divorciados. Al realizar una
relación con el índice de donación el 40 % de las personas divorciadas aceptan la
donación seguido del 37.8 % de los solteros. Sobresale el 20 % del total de los viudos
que rechazan la donación tabla 3.
Tabla 3
Distribución según estado civil del donador potencial por muerte encefálica
|
Frecuencia
|
%
|
% a/c
|
Soltero
|
37
|
32.5
|
32.5
|
Casado
|
67
|
58.8*
|
91.2
|
Viudo
|
5
|
4.4*
|
95.6
|
Divorciado
|
5
|
4.4*
|
100.0
|
Total
|
114
|
100.0
|
|
Los datos muestran que el 38.6 % de la población se dedica al hogar, el 20.2 % obreros
y sólo el 0.9% son jubilados. En la relación con el índice de donación el 69.2 % de
los comerciantes aceptan la donación seguido por el 60 % de los burócratas, sobresalen
el 20.5 % de las personas que se dedican al hogar y se convierten en donadores reales
tabla 4.
Tabla 4
Distribución según ocupación del donador potencial por muerte encefálica
Ocupación
|
Frecuencia
|
%
|
% a/c
|
Burócrata
|
5
|
4.4
|
4.4
|
Obrero
|
23
|
20.2*
|
24.6
|
Estudiante
|
8
|
7.0
|
31.6
|
Hogar
|
44
|
38.6*
|
70.2
|
Desempleado
|
14
|
12.3
|
82.5
|
Comerciante
|
13
|
11.4
|
93.9
|
otro
|
4
|
3.5
|
97.4
|
Agricultor
|
2
|
1.8
|
99.1
|
Jubilado
|
1
|
.9*
|
100.0
|
Total
|
114
|
100.0
|
|
Los datos muestran que el 54.4 % de la población tiene una escolaridad básica, seguido
por el 24.6% en media superior, destacando el 0.9 % que realiza posgrado. En relación
con el índice de donación el 42.9 % de la población que tienen una escolaridad de
media superior aceptan la donación, sobresale que el 100 % de quienes tiene posgrado
rechazaron la donación de órganos tabla 5.
Tabla 5
Distribución según escolaridad del donador potencial por muerte encefálica
Escolaridad
|
Fo
|
%
|
%ac
|
Básica
|
62
|
54.4*
|
54.4
|
Media superior
|
28
|
24.6*
|
78.9
|
Superior
|
12
|
10.5
|
89.5
|
Posgrado
|
1
|
.9
|
90.4
|
Analfabeta
|
11
|
9.6
|
100.0
|
Total
|
114
|
100.0
|
|
Los datos muestran que el 90.4 % de la población práctica como religión la católica,
destaca que el 0.9 % se consideran creyentes o agnósticos. Del total de los católicos
el 32 % acepta ser donador. Sobresale que el 100 % de los testigos de Jehová aceptan
la donación y de las personas que practican el evangelismo el 50 % acepta la donación
de órganos.
Los datos muestran que el 19.3 % de la población el familiar responsable son los hermanos,
seguido del 16.7 % de los hijos. Destaca que el 2.6 % de los responsables son el padre
del donador. El 76.5% de las Esposas responsables aceptan la donación, sobresale que
el 15.8 % de los hijos rechazan la donación de órganos tabla 6.
Tabla 6
Distribución según parentesco del responsable del donador potencial por muerte encefálica
Parentesco
|
Fo
|
%
|
%ac
|
Esposa
|
17
|
14.9
|
14.9
|
Esposo
|
14
|
12.3
|
27.2
|
Madre
|
11
|
9.6
|
36.8
|
Padre
|
3
|
2.6*
|
39.5
|
Hermano(a)
|
22
|
19.3*
|
58.8
|
Hijo (a)
|
19
|
16.7*
|
75.4
|
otro
|
8
|
7.0
|
82.5
|
No aplica
|
20
|
17.5
|
100.0
|
Total
|
114
|
100.0
|
|
Los datos muestran que el órgano más donado en el hospital de tercer nivel de atención
los riñones y las corneas con el 24.2 %, sobresale el 2.4 % de las válvulas cardiacas
gráfica III.
Gráfica III.
Distribución de porcentajes según el tipo de órganos donados por muerte encefálica
Fuente: Guisety López Cantera, 2020
Categorías y subcategorías asociadas a la experiencia de ser familiar de un donador
real por muerte encefálica
Categoría
|
Subcategoría
|
Decisión razonada del donador
|
Altruismo del donante
|
|
Comunicación de pareja
|
Aceptación del diagnóstico de muerte encefálica
|
Claridad del diagnóstico
|
|
Contradicciones sobre el concepto de muerte encefálica
|
Proceso de muerte imprevista
|
|
Impacto de muerte encefálica
|
Hospitalización inesperada
|
|
Deterioro instantáneo
|
|
Negación del diagnóstico
|
Resistencia al cambio
|
Dolor psíquico
|
|
Desesperación
|
Relación de eventos
|
Pérdidas previas
|
Agotamiento de recursos para recuperación
|
Esperanza
|
Protocolos institucionales vs expectativas familiares
|
|
Vida vegetativa
|
|
Voluntad anticipada
|
Creencias
|
|
Cultura en relación a la voluntad anticipada
|
Aceptación de donación
|
Conocimiento no causa duda
|
|
Apoyo a donación de órganos
|
|
Expresión voluntaria
|
|
Seguridad de decisión
|
Viabilidad de órganos donados
|
Desconocimiento
|
Experiencia de donar
|
Protección al cuerpo
|
|
Cultura de donación
|
Percepción de a propuesta de autorización
|
Respeto
|
|
Postura ética: donación-oferta
|
|
Momento y espacios indicados
|
|
Sensibilidad de equipo de donación de órganos
|
|
Estrés ante la decisión
|
Opinión de familiares indirectos
|
Calidad de asistencia al dante y su familiar
|
Respeto al estado emociona familiar
|
Utilitarismo
|
Expectativa de un milagro
|
|
Reconocimiento del cuerpo en la morgue
|
Momento de aceptación de la muerte
|
|
Integridad del cuerpo
|
|
Impresión
|
|
Necesidad de acompañamiento
|
Duelo complicado
|
Protección de la familia
|
|
Aislamiento
|
|
Apertura al diálogo
|
Apropiación del dolor y exclusión de la familia
|
|
Idealización del familiar perdido
|
|
Aceptación del proceso de duelo
|
Perdón de sí
|
Aceptación del diagnóstico de muerte encefálica
|
Claridad
|
Forma de explicar
|
Impacto
|
Pues todo, o sea muerte encefálica es que sus organos están latiendo pero su cerebro
ya no...
|
Cuando me dijeron que ya no (había muerto), yo digo entonces: ¿Por qué se mueve? porque
si yo le hablo si me entiende y llora.
|
No me lo esperaba porque como él siempre estaba como yo esperaba que esta vez también
se recuperará.
|
Aceptación de donar
Percepción de la propuesta
|
Le comente al doctor lo que mi esposo quería, como a los 20 minutos se me acercaron
los doctores, es como cuando hay una oferta y todos se acercan. Siento que nada más
se esucha la palabra donador y se oye feo pero cayeron así como zopilotes. No era
el momento ni el espacio
|
Conocimiento
|
El tiene hermanas que en su momento se me fueron encima y decían que yo o quería matar,
y que lo hice por la econo´mia que vendí sus organos
|
Cultura
|
Yo siento que debe de salir de uno el querer ser donador, todos los seres humanos
tenemos diferentes formas de pensar. En si no tenía mucho que pensar porque fue decisión
de mi esposo, pero me sentía presionada en ese momento.
|
Necesidad de acompañamiento
Acompañamiento
|
Nunca le pregunte a nadie, mas bien no hubo a quien preguntarle.
|
|
Yo jamás pensé vivir esto.
|
|
Se te hace difícil el hecho que este completo se lo llevan, luego te lo entregan ya
sin nada.
|
|
Hasta que uno lo vive, porque yo decía ¿Cómo vas a donar lo de tu familia?
|
Discusión
Según Robert Burgo de Espriella las estadísticas muestran que el 40 % de las hemorragias
subaracnoideas culminan en la muerte. Así, se deriva que lo más importante es aplicar
medidas de prevención a nivel primario para evitar que los padecimientos vasculares
se compliquen y lleguen al tercer nivel de atención pues aumentan el número de casos
de muerte encefálica.
Por consiguiente, para la enfermería neurológica la donación de órganos es un campo
de investigación “virgen” ya que estando en los escenarios donde se generan candidatos
potenciales a donar, se requiere conocer los factores que hacen que la familia a quien
se le plantea la posibilidad de autorizar una donación de órganos asuma una actitud
de rechazo.
En el hospital de tercer nivel de atención el rechazo se relaciona con creencias religiosas,
tabúes, tipo de familia y concepción de la corporeidad. La actitud ante la potencial
donación se circunscribe a lo que saben sobre filosofía y política internacional de
donantes; además a expectativas sobre el respeto a la integridad del cuerpo y la religión
que profesan. Por otro lado, se encontró que la “responsabilidad” adquirida por el
familiar quien autoriza el consentimiento para la donación puede ser rigurosamente
juzgada por la sociedad y que muchas veces la propuesta es vista con altos índices
de violencia psicológica como lo menciona la familiar textualmente el personal de
comités de donación se acercan “como cuando hay una oferta y todos se acercan”, de igual manera es importante buscar el momento y el espacio ideal para que el
proceso de duelo de los familiares sea respetado.
Es fundamental, no olvidar a los familiares que autorizan la donación de órganos y
darle seguimiento al proceso de duelo a través de un acompañamiento continuo que pueda
favorecer la recuperación de los posibles traumas que este asunto pueda traer a la
vida de las personas.
Conclusiones
Las experiencias de los familiares de donadores por muerte encefálica reflejan disposición
para donar. Sin embargo, es evidente que se requiere una evaluación de las condiciones
emocionales del familiar, en el momento de sugerirle la posibilidad de autorizar la
donación. A fin de ser cuidadosos en la propuesta y no lastimar la dignidad de los
involucrados, para que la respuesta sea aprobatoria y repercuta en el incremento del
índice de donación de órganos.
Dado que, en los hallazgos se refleja una percepción negativa hacia el cómo se les
plantea la propuesta, pues en ocasiones es con cierta “urgencia” o un tipo de “acoso”
escudándose en la preservación y viabilidad de los órganos y tejidos a donar o inclusive
en el “sufrimiento” del paciente. Es preponderante, asegurarse como equipo de trasplante
el lograr que el familiar responsable autorice la donación y en su momento sea sujeto
de un acompañamiento profesional durante y después a la donación hasta que logre resolver
su duelo, evitándole llegar a un proceso patológico. Teniendo en cuenta esto, se recomienda
hacer un seguimiento sistemático por un lapso de seis meses como tiempo promedio para
un proceso de duelo atendido.
En razón, de que el trasplante no termina con la entrega del cadáver, debe completarse
hasta comprobar que el familiar ha superado su proceso de duelo y tiene asimilada
la pertinencia de su decisión. El rango de más peso en el momento de la decisión para
autorizar la donación es el respeto de la voluntad anticipada expresada al familiar
responsable legal del paciente.
La decisión de autorizar la donación es influenciada por factores psicosociales en
consecuencia, se encontró que efectivamente, quienes asumen la responsabilidad de
consentir la donación son sujetos de juicios externos; por ejemplo, el obtener un
beneficio económico por la autorización otorgada; lo precedente, está relacionado
con la escasa información sobre el protocolo de donación. Es relevante señalar, que
son los hermanos quienes más autorizan como familiares responsables, sobresale el
género masculino en la donación.
Por otra parte, el aumento de los índices de donación sigue siendo un gran reto para
el sector salud, aparte de lo que ya se hace; es aspirar a tener una claridad de los
términos utilizados durante la entrevista, y desde luego, es insoslayable fomentar,
en la población abierta la voluntad anticipada en cuanto a la donación.
Por lo tanto, es prioritario que los profesionales de enfermería conozcan el proceso
de donación de órganos para poder ofrecer educación oportuna a los familiares y que
los comités de donación de órganos refuercen la atención centrada en la persona, con
el objetivo de respetar el proceso de duelo al que se enfrentan los familiares, sin
dejar de lado que la donación de órganos es un tema al que como sociedad no estamos
acostumbrados a mencionar.
Es pertinente decir, que este estudio reporta un solo caso, lo oportuno es llevar
a cabo futuras investigaciones para derivar aportaciones que generen políticas públicas
en protección a los familiares y desencadenar el consentimiento de la donación por
muerte encefálica.
Para enfermería es un campo fértil en oportunidades académicas para su desarrollo
y mayores posibilidades de formación y actividad clínica, para fortalecer la prevención
y educación para la salud integrándonos en acciones que aumente la formalización de
donador de órganos voluntario a nivel nacional desde los niños hasta los adolescentes
que puedan cambiar el rumbo de la donación en México.