“no es posible cambiar la condición humana, cambiemos las condiciones en que los
humanos trabajan, construyamos sistemas que posean barre- ras defensivas e impidan
que el error llegue al paciente”
Anónimo
Introducción
La seguridad del paciente es una disciplina de la atención de la salud que surgió
con la evolución de la complejidad de los sistemas de atención de la salud y el consiguiente
aumento de los daños a los pacientes en los centros sanitarios. Su objetivo es prevenir
y reducir los riesgos, errores y daños que sufren los pacientes durante la prestación
de la asistencia sanitaria. Una piedra angular de la disciplina es la mejora continua
basada en el aprendizaje a partir de los errores y eventos adversos.1
Los eventos adversos debidos a una atención poco segura son quizás una de las 10 causas
principales de muerte y discapacidad en el mundo.2 A nivel mundial, hasta 4 de cada 10 pacientes sufren
daños en la atención sanitaria primaria y ambulatoria. Hasta el 80% de los daños
se
pueden prevenir. Los errores más perjudiciales están relacionados con el
diagnóstico, prescripción y uso de medicamentos.3
Los errores de medicación son una de las principales causas de lesiones y daños evitables
en los sistemas de atención sanitaria: se estima que, en todo el mundo, el costo asociado
a los errores de medicación asciende a 42 000 millones de dólares anuales.4
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido fundamental en la producción de
orientaciones técnicas y recursos, como: los cinco momentos para la seguridad de los
medicamentos.
Entre las iniciativas de la OMS hasta la fecha se tiene que medicación sin daño (2017),
cuyo propósito es reducir en un 50% los daños graves evitables relacionados con los
medicamentos en un periodo de cinco años a nivel mundial.
La National Coordinating Council for Medication Error Reporting and Prevention (NCC MERP) define un “error de medicación” de la siguiente
forma: “es cualquier evento prevenible que puede causar o conducir a un uso inadecuado
de la medicación o daño al paciente mientras la medicación está bajo el control del
profesional de la salud, el paciente o consumidor. Dichos eventos pueden estar relacionados
con la práctica profesional, productos para el cuidado de la salud, procedimientos
y sistemas, que incluyen prescripción, comunicación de pedidos, etiquetado de productos,
empaque y nomenclatura, composición, dispensación, distribución, administración, educación,
monitoreo y uso “.5
En el año 2000 los primeros estudios que describían la epidemiología de los eventos
adversos contribuyó para que el Institute of Medicine de los Estados Unidos de América
publicara el informe “Errar es humano: construyendo un sistema de Salud más seguro”.
En éste se revela que tal vez hasta 98.000 personas por año, tenían como principal
motivo de muerte en los hospitales errores médicos, los cuales podrían haber sido
prevenidos.6 El avance para mejorar la seguridad en la atención de los pacientes fue incorporar
el concepto de falla humana, debe estar precedida por fracasos en las barreras de
contención del error. La teoría del error humano establece que el error es una condición
humana, en consecuencia está presente la posibilidad que éste ocurra, por eso, es
imperante instalar procesos y estrategias que permitan detener o mitigar los errores.7
La Asamblea Mundial de la Salud (World HealthAssembly, WHA) aprobó una resolución
sobre la seguridad de los pacientes (Resolución WHA55- 18; WHO, 2002), ésta reconoció
la necesidad de promover la seguridad de los pacientes como principio fundamental
de todos los sistemas de salud e instó a los Estados Miembros a prestar la mayor atención
posible al problema de la seguridad de los pacientes, para establecer y fortalecer
los sistemas científicos necesarios para mejorar la seguridad del paciente y la calidad
de la atención sanitaria, incluida la vigilancia de medicamentos, de equipos médicos
y de tecnología.8
La encargada de la gestión y liderazgo sanitario a nivel mundial es la Organización
Mundial de la Salud (OMS) donde se detectaron los siguientes errores:
Error de prescripción.
Error de dispensación
Error de administración
Error de monitorización
Error en la preparación del medicamento
Error de registro
En México quien regula la seguridad de los pacientes es la Norma Oficial Mexicana
NOM- 257-SSA1-2014, en materia de medicamentos biotecnológicos. El apartado 4.16.
dice: Error de medicación: a cualquier acontecimiento prevenible que puede causar daño al paciente o dar lugar
a la utilización inapropiada de los medicamentos y vacunas, cuando éstos están bajo
el control de los profesionales de la salud o del paciente o consumidor. Estos incidentes
pueden estar relacionados con la práctica profesional, con los productos, con los
procedimientos o con los sistemas, incluyendo fallos en la prescripción, comunicación,
etiquetado, envasado, denominación (distintiva o genérica), preparación, dispensación,
distribución, administración, educación, seguimiento y utilización. Veamos la cadena
terapéutica.9
Cadena terapéutica
Fase |
Aspectos |
Selección y gestión
|
Es responsabilidad del comité de farmacia evitar los errores potenciales y reales
que pueden ser producidos por confusión, debido a similitudes como por ejemplo de
etiquetado o envasado. También es competencia del comité, en colaboración con enfermería,
el control de los fármacos altamente peligrosos como los electrolitos concentrados,
psicofármacos, estupefacientes, etcétera.
|
Prescripción
|
Previa comprobación de la historia clínica del paciente, es competencia del equipo
médico la prescripción de fármacos de manera clara y completa.
|
Validación, preparación y dispensación
|
Una vez prescrito el tratamiento, el personal de farmacia receptor de la orden debe
comprobar todos los datos, asegurándose de que coinciden y que el tratamiento no está
contraindicado o puede interactuar con otras terapias del paciente. Una vez validado,
se prepara y etiqueta todo debidamente, y se dispensa a cada unidad.
|
Administración
|
El personal de enfermería, es el responsable de administrar la terapia farmacológica
al paciente. Antes de administrar cualquier medicamento, se debe realizar una identificación
inequívoca del paciente y la prescripción.
|
Seguimiento
|
El seguimiento lo realiza tanto enfermería, como el paciente, la familia y otros profesionales
que estén en contacto con él.
|
Los factores humanos (también conocidos como ergonómicos) describen muchas causas
subyacentes incluyendo, ambientales, organizativas y laborales, así como las características
humanas e individuales que influyen en la conducta en el trabajo. Estos elementos
influyen en el desempeño de las personas que operan equipos o sistemas; incluyen factores
de comportamiento, médicos, operativos, de carga de tareas, interfaz de máquina y
ambiente de trabajo. La comprensión de los factores humanos ayudará a abordar dos
mitos del desempeño humano en el cuidado de la salud.
Objetivo
Conocer las causas que llevan al personal de enfermería a realizar una mala praxis
en el proceso de administración de medicamentos.
Material y métodos
Se realizó una revisión de literatura mediante la búsqueda de artículos científicos
en las siguientes bases de datos: Cochrane, Embase, Medline y SciELO.
Resultados
A nivel mundial, la administración de dosis incorrecta a un paciente, dosis menor,
mayor o duplicada, representa el error más frecuente en la etapa de administración.
Las interrupciones a las que se ven sometidas las enfermeras durante la preparación
y administración de los fármacos, son el principal factor que conducen al error.
Discusión
La preparación y administración de fármacos es un proceso complejo en el que los profesionales
de enfermería tienen la importante función de ser la última barrera para evitar posibles
perjuicios relacionados con los fármacos en el paciente. En consecuencia, es posible
proponer estrategias más efectivas para promover una cultura de seguridad para el
paciente, al brindar una atención más calificada y efectiva. Ya que, los problemas
surgidos por errores de medicación (EM), son los más frecuentes en la atención médica
hospitalaria, se presentan hasta tres veces más en población adulta. En su mayoría
provienen del personal de enfermería.10
Es imprescindible desarrollar e implantar medidas dirigidas a la prevención de nuevos
acontecimientos.
Clasificación de los errores de medicación
El National Coordinating Council for Medication Error Reporting and Prevention, NCCMERP, adoptó, en 1996, el sistema propuesto por Hartwing, et al., para categorizar
los errores de medicación según la gravedad del daño producido. Se propusieron nueve
categorías de gravedad diferentes, de la A a la I, en función de factores tales como:
si el error alcanzó al paciente, si le produjo daño y, en caso afirmativo, cuál sería
su grado de gravedad.11
Estas nueve categorías se agruparon en cuatro niveles o grados principales de gravedad,
como se muestra a continuación:
Error potencial o no error:
-
Categoría A: circunstancias o incidentes con capacidad de causar error. Error
sin daño:
-
Categoría B: el error se produjo, pero no alcanzó al paciente.
-
Categoría C: el error alcanzó al paciente, pero no le causó daño.
-
Categoría D: el error alcanzó al paciente, no le causó daño, pero precisó
monitorización y/o intervención para comprobar que no había sufrido
daño. Error con daño:
-
Categoría E: el error contribuyó o causó daño temporal al paciente y precisó
intervención.
-
Categoría F: el error contribuyó o causó daño temporal al paciente y precisó o
prolongó la hospitalización.
-
Categoría G: el error contribuyó o causó daño permanente al paciente.
-
Categoría H: el error comprometió la vida del paciente y precisó intervención
para mantener su vida. Error mortal.
-
Categoría I: el error contribuyó o causó la muerte del paciente.11
El NCCMERP describe brevemente algunos de los términos que vienen incluidos en las
definiciones de cada una de estas categorías enunciadas, para no conducir a errores
de interpretación. Estos son: 1. daño: deterioro de la función física, emocional o psicológica, así como del cuerpo
del paciente o el dolor resultante de dicho deterioro. 2 Seguimiento: observar o grabar signos fisiológicos relevantes. 3. Intervención: puede incluir cambios en la terapia o comienzo del tratamiento médico
o intervención quirúrgica.11
En España, el Grupo Ruiz Jarabo ha adaptado la clasificación del NCCMERP, terminología
y taxonomía de los errores de medicación, que permitiera estandarizar su detección,
análisis, clasificación, registro y revisión. Otro método utilizado para clasificar
los errores es la matriz propuesta por Severity Assessment Code (SAC) ésta facilita la cuantificación del nivel de riesgo asociado a un determinado
incidente; la gestión de éste dependerá del nivel de riesgo para el paciente o pacientes
afectados y para la organización sanitaria.12
Para determinar el nivel de riesgo de un incidente, en el SAC 13 se valoran las variables de: frecuencia del fallo, probabilidad del fallo de las
barreras y la magnitud de las consecuencias, por consiguiente tenemos:
-
La gravedad de las consecuencias del incidente en el paciente.
-
La frecuencia de aparición del incidente o su probabilidad de recurrencia.
-
Las distintas categorías para la valoración de la gravedad de las consecuencias del
incidente son:
-
El incidente llegó al paciente, pero no le causó daño.
-
El incidente alcanzó al paciente y no le causó daño, pero precisó monitorización y/o
intervención para comprobar que no había sufrido daño.
-
El incidente contribuyó o causó daño temporal al paciente y precisó intervención.
-
El incidente contribuyó o causó daño temporal al paciente y precisó o prolongó la
hospitalización.
-
El incidente contribuyó o causó daño permanente al paciente.
-
El incidente comprometió la vida del paciente y se precisó intervención para mantener
su vida
-
El incidente contribuyó o causó la muerte del paciente.
Para valorar la frecuencia de aparición de un incidente o la probabilidad de su recurrencia,
el sistema de notificación presenta las siguientes alternativas de respuesta:
Frecuente: es lógico esperar que el incidente ocurra de nuevo inmediatamente o en
un periodo de tiempo breve (quizás ocurra la mayoría de las semanas o meses).
Probable: es esperable que ocurra en muchas circunstancias (quizás ocurra varias
veces al año).
Ocasional: es posible que vuelva a ocurrir en algún momento (podría ocurrir una o
dos veces al año).
Poco frecuente: podría ocurrir en algún momento (quizás en un plazo de entre dos
y cinco años).
Muy infrecuente: es poco probable que vuelva a ocurrir, ocurriría sólo bajo
circunstancias excepcionales, (quizás en un plazo de entre 5 y 30 años).
Recomendaciones para el uso correcto de los medicamentos
Durante los últimos 10 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS)14 ha recopilado
datos con el fin de poder emitir recomendaciones dirigidas a fomentar el uso correcto
de los medicamentos. Las principales promovidas por la OMS, sobre el uso racional
de medicamentos son:
-
Crear un órgano nacional multidisciplinario encargado de coordinar las políticas sobre
el uso de los medicamentos y de estudiar su incidencia
-
Formular y utilizar directrices clínicas basadas en datos científicos para dispensar
formación, supervisar y apoyar la adopción de decisiones clave en materia de medicamentos.
-
En función de los tratamientos preferidos, seleccionar listas de medicamentos esenciales
para utilizarlas en la adquisición de medicamentos y los reembolsos de los seguros.
-
Crear comités farmacéuticos y terapéuticos en los distritos y hospitales con objeto
de mejorar el uso de los medicamentos.
-
Promover una formación en farmacoterapia basada en el análisis de problemas prácticos
como parte de los planes de estudios universitarios.
-
Imponer la formación médica continua en el lugar de trabajo como requisito obligatorio
para seguir ejerciendo la profesión.
-
Fomentar sistemas de supervisión, audito- ría y retroinformación en las instituciones.
-
Ofrecer información independiente (incluidos datos comparativos) sobre los medicamentos.
-
Fomentar la educación de la población en materia de medicamentos.
-
Eliminar los incentivos económicos per- versos que favorecen la prescripción irracional.
-
Elaborar y hacer cumplir reglamentos apropiados, entre otros los destinados a garantizar
que las actividades de promoción de medicamentos se ajusten a los criterios éticos
de la OMS.
-
Dedicar una parte suficiente del gasto público a garantizar un acceso equitativo a
los medicamentos y al personal de atención sanitaria.
Conclusión
Los EM comportan consecuencias negativas que afectan la salud de los pacientes, si
bien, se sabe que algunos errores pueden provocar alteraciones leves, existen otros,
más frecuentes, de omisión, que en ciertos casos pueden conllevar a consecuencias
fatales, según el fármaco administrado. De acuerdo a los artículos consultados, los
errores más comunes son los de dosis equivocada, administración de una dosis menor,
mayor o duplicada a un paciente, comportan el dato más frecuente.
Por otro lado, los errores de omisión, desconocidos para muchos, ocupan el segundo
lugar de los EM más frecuentes, dejando de administrar, o de ajustar una dosis de
medicamento, según necesidad del paciente, por ejemplo la insulina. La sobrecarga
laboral, y el poco tiempo disponible para realizar todas las tareas, debido a la situación
laboral actual, son el principal factor que favorece el desarrollo de los EM.
Las interrupciones a las que se ve sometido el personal de enfermería durante la preparación
y administración de los fármacos, debidas a otros profesionales, teléfono o familiares,
son el segundo factor más importante que influye. La implementación de programas de
notificación de errores, la concienciación de la importancia de éstos, son uno de
los pilares fundamentales para la disminución y control de los errores. Debe garantizarse
que exista una coherencia entre el volumen de trabajo y el personal asignado a cada
fase del proceso, de manera que sea posible ajustarse al procedimiento de trabajo
establecido.
La manera más eficiente para evitar los errores es darse cuenta de los propios EM
y saber qué los origina para elaborar las estrategias necesarias para evitarlos. Aunado
a esto, es importante tener un ambiente profesional sin asediar a quien cometió el
error y favorecer la comunicación.
En suma, los conocimientos y desempeño correcto junto con las actitudes positivas
de las enfermeras pueden intervenir en la prevención de errores.