Introducción
Las enfermedades cerebrovasculares (EVC) son todas aquellas alteraciones encefálicas
secundarias a un trastorno vascular, se deben sobre todo a obstrucciones que impiden
que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. Su manifestación aguda se conoce
con el término ictus - que en latín significa "golpe"- porque su presentación suele ser súbita y violenta.1 El EVC se caracteriza por aparición brusca, con síntomas de 24 horas o más, causando
secuelas y muerte. Destaca como la causa más común de incapacidad en adultos y es
la quinta causa de muerte en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Neurología
y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez de la Secretaría de Salud.2
La causa más frecuente es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los
vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el cerebro. En su mayoría suelen tener su
causa en la presencia de una combinación de factores de riesgo, tales como el tabaquismo,
dietas malsanas, obesidad, inactividad física, consumo nocivo de alcohol, hipertensión
arterial, diabetes e hiperlipidemia.3
El tratamiento con activador recombinante del plasminógeno tisular (Alteplasa, rt-PA),
aplicado vía intravenosa (IV) es el procedimiento de primera línea en casos de ataque
cerebrovascular agudo en una ventana terapéutica de 4,5 es el tiempo máximo que puede
transcurrir entre el inicio de los síntomas del ACV isquémico (hora en que se vio
normal al paciente por última vez) y el inicio del tratamiento trombolítico corresponde
al bajo riesgo de transformación hemorrágica del infarto cerebral.3 Cuanto antes se administre rt-PA a los pacientes, mayor será el beneficio, en especial
si se inicia dentro de los 90 minutos. Algunos resultados sugieren un beneficio potencial
más de las 3 horas aunque este potencial podría conllevar algunos riesgos.4
Un meta análisis reciente, menciona que este efecto benéfico se mantiene a pesar de
la edad, superior a 80 años independientemente del tamaño del infarto cerebral.5 El tratamiento oportuno con medicamentos trombolíticos puede restaurar el flujo sanguíneo
antes de que ocurra un daño cerebral importante y mejorar la recuperación.6
El personal de enfermería es un elemento clave para el tratamiento de las personas
que han padecido un EVC y se encuentran en su etapa aguda. La fibrinólisis con alteplasa
(o rt- PA): administración, control y seguimiento de estos pacientes idealmente se
debe realizar por el personal de enfermería en las unidades de ictus. Los cuidados
que se realizan en estas unidades deben ser especializados y los profesionales de
enfermería deben ser capacitados en su totalidad para implementar con oportunidad
intervenciones que prevengan complicaciones en el proceso patológico.
Este trabajo pretende investigar el nivel de conocimiento del personal de enfermería
en el cuidado y la aplicación del activador recombinante del plasminógeno tisular
(rt-PA) en pacientes con ictus en una institución de tercer nivel. Con la finalidad
de implementar el registro del código ictus en el servicio de urgencias del Instituto
Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, y esquematizar la guía
de actuación en los profesionales de enfermería.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la EVC constituye la segunda
causa global de muerte, de las cuales 4.95 millones ocurren en países con ingresos
medios y bajos. Su tasa de recurrencia a 2 años, va entre el 10 y 22 % pero puede
reducirse hasta en 80% con la modificación de factores de riesgo.7
Constituye un problema de salud mundial con tendencia creciente. Según datos de la
OMS, la EVC es una importante causa de discapacidad y afectación de calidad de vida,
su espectro de afectaciones es muy amplio.
Además de las limitaciones físicas, se asocia a problemas en la esfera emocional con
alta frecuencia de depresión (> 50%) y deterioro cognitivo de diverso grado (35%),
siendo la segunda causa más frecuente de demencia.8
Debido al envejecimiento de muchas poblaciones, en particular aquellas con rápido
crecimiento económico, sugieren que la enfermedad vascular cerebral se mantendrá como
segunda causa de muerte tanto en países desarrollados como en aquellos en vías de
desarrollo; de igual manera, en términos de discapacidad estará entre las primeras
cinco causas más importantes de carga por enfermedad.9
Del mismo modo, el Dr. Antonio Arauz, neurólogo del Instituto Nacional de Neurología
y Neurocirugía, de la Ciudad de México, comentó que en México hay muchas cifras y
subregistros, pero en términos generales el infarto cerebral está entre las primeras
cinco causas de muerte con una tasa promedio de 28.8 por cada 100 mil habitantes.
Sin embargo, en algunos estados de la República Mexicana encontramos valores extremos
como Oaxaca, Veracruz, Ciudad de México, Yucatán y, en el caso de Puebla, que están
por encima del promedio a comparación con los demás estados.9,10
Es importante destacar que la prevención y la educación para la salud por el profesional
de enfermería puede evitar eventos vasculares cerebrales, al realizar promoción de
la salud en poblaciones con factores de riesgo por: tabaquismo, hipertensión arterial,
diabetes mellitus, inactividad física, régimen alimentario, consumo excesivo del alcohol,
sobre peso; no obstante, estas medidas preventivas aún no se encuentran alcanzables.11 Los enfermos neurológicos dentro de los hospitales de alta especialidad, llegan para
su atención ya en etapa aguda, que con una correcta toma de decisiones y atención
oportuna tienen una gran esperanza de vida.
El ictus es una urgencia en la que el paciente debe ser atendido de manera inmediata
por los profesionales de salud, empero debemos tomar en cuenta que el tiempo es vital
para salvar al cerebro de cualquier lesión, evitar al máximo una discapacidad.
En el momento que el paciente llegue en ventana neurológica, el profesional de enfermería
realizará sus intervenciones de manera efectiva, eficiente y eficaz, ya que de esto
dependerá el evitar las complicaciones sistémicas y neurológicas irreversibles.
El profesional de salud debe tener bien identificados los signos neurológicos, pues
son patognomónicos se caracterizan por: afasia motora, déficit motor, déficit sensitivo,
parálisis facial, tiempo real del evento, constantes vitales, valoración neurológica,
gravedad del ictus, su progresión y desenlace valorada por la escala (NISS), interrogatorio
de factores de riesgo, toma muestras para laboratorio en especial los tiempos de coagulación,
electrocardiograma, datos tomográficos, que darán la pauta, para iniciar el tratamiento
con aplicación del activador recombinante del plasminógeno tisular (rt-PA), por el
profesional de enfermería bajo lineamientos, ya establecidos se logre de manera exitosa
la recuperación del enfermo neurológico.12
En los usuarios que reciben un tratamiento fibrinolítico, la vigilancia del profesional
de enfermería debe ser estricta, los profesionales tienen que estar certificados en
su área de competencia profesional, en este caso en urgencias neurológicas para proporcionar
cuidados especializados.13
En el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez en el
servicio de urgencias, la enfermera determina el cuidado inmediato y mediato del paciente
en ictus, con un enfoque deontológico, ético y humanístico, de tal forma que si el
medicamento se administra de manera adecuada se obtendrán resultados satisfactorios
en el paciente neurológico. No olvidar que el tiempo es cerebro.
Antecedentes enfermedad vascular isquémica
Johann Jacob Wepfer el primero en investigar los signos patológicos de la apoplejía.
Nacido en Schaffhausen, Suiza, en 1620, él estudió medicina e identificó los signos
post mortem de la hemorragia en el cerebro de los pacientes fallecidos de apoplejía.
Existen también estudios que proporcionan conocimientos sobre las arterias carótidas
y vertebrales que suministran sangre al cerebro. Wepfer descubrió que la apoplejía,
además de ser ocasionada por la hemorragia en el cerebro, podría incluso ser causada
por un bloqueo de una de las arterias principales que suministran sangre al cerebro,
la apoplejía ahora se conoce como enfermedad cerebrovascular.14 Hace diez años se obtuvieron los primeros resultados, en relación con la eficacia
del tratamiento trombolítico en el ictus isquémico desde las tres primeras horas desde
el inicio de los síntomas.
En 1998 la Food and Drug Administration (FDA) en Estados Unidos de Norteamérica y
Canadá, aprobaron el uso del activador tisular de plasminógeno como el primer tratamiento
de ictus isquémico agudo. Por otro lado, la agencia europea de medicamentos exigió
la realización de un estudio en fase IV de seguridad que se inició en diciembre 2002
y dio por concluido abril 2006. 15
Existen estudios que compararon la seguridad y eficacia del tratamiento anti trombo
lítico con activador tisular administrado en la práctica clínica y los resultados
obtenidos confirman la eficacia del mismo plasminógeno.(16)
De igual manera, los agentes antitrombóticos evitan la formación de coágulos de sangre
que pueden quedar alojados en la arteria cerebral, los medicamentos contra las plaquetas
evitan los coágulos reduciendo la actividad de las plaquetas.
Otros agentes trombolíticos se utilizan para tratar un EVC isquémico agudo, estos
disuelven el coágulo de sangre que está bloqueando el flujo de sangre al cerebro.
El activador de plasminógeno de tejido recombinante es una formagenéticamente elaborada
de rtPA una sustancia trombolítica fabricada natural que produce el cuerpo. 17 Esta es eficaz si se administra las 3 horas de aparición de los síntomas del accidente
cerebrovascular.
Antecedentes epidemiológicos
La enfermedad vascular cerebral representa una de las principales causas de muerte
y las primeras causas de discapacidad en mayores de 50 años 10 % (5.7 de 56 millones)
de las defunciones ocurridas en el 2001 fueron atribuidas al evento vascular cerebral,
colocando a esta patología como la segunda causa de mortalidad a nivel mundial 86%
de estas defunciones (4.6 millones) se presentaron en los países en vías de desarrollo
como México.18
La incidencia es de 16 millones y prevalencia 67 millones del evento vascular cerebral
es elevada, de no existir intervenciones de prevención a nivel mundial estos números
se incrementará entre el 44 y 15 % para el 2030.19
Según datos 2007 del Sistema Nacional de Información en Salud de México, el evento
vascular cerebral es la cuarta causa de muerte en hombres y la tercera causa de muerte
en mujeres con una incidencia 26.7 y 28.6 por cada 100 habitantes del total de egresos
hospitalarios (4.922.227) en hospitales públicos de México 2007.18,20
Se caracteriza por la obstrucción del flujo sanguíneo cerebral provoca un daño en
el tejido causando una isquemia en la zona afectada, por lo que, esto conduce a un
accidente cerebrovascular.
Existen otros factores de riesgo para el EVC que son similares a aquellas enfermedades
del corazón, como presión arterial, consumo de tabaco, riesgos significativos modificables.
La incidencia está disminuyendo en muchos países desarrollados, en gran medida como
resultado del mejor control de la hipertensión la presión y la reducción de los niveles
de fumar. Aunque, el número podría continuar aumentando debido al envejecimiento poblacional.21
Código ictus
Los tratamientos reperfusores (como la fibrinólisis o trombectomía mecánica) están
muy condicionados por su estrecho margen de acción, por eso, la organización de los
recursos y circuitos asistenciales es importante para conseguir una buena respuesta
terapéutica en la población afectada.22 El código ictus es el sistema de identificación, selección y traslado de pacientes
que intenta reducir al máximo el tiempo de llegada al centro hospitalario de referencia
a estos usuarios, con objetivo de empezar el tratamiento lo antes posible.16
Los resultados sugieren que el beneficio de rt-PA podría extenderse más de las 3 horas,
un
hallazgo que es compatible con los resultados de análisis secundarios de las
otras investigaciones de rt-PA.23,24
Tratamiento fibrinolítico
La fibrinólisis intravenosa es un tratamiento muy eficaz en los casos en que la isquemia
se ha producido por un trombo. Se utiliza en pacientes con ictus isquémico agudo de
menos de 4,5 horas de evolución, siempre que no se presente contraindicación. Se ha
demostrado que la eficacia de la fibrinólisis depende de su margen terapéutico, y
no influyen en los resultados paramétricos como la edad o la gravedad del ictus.25
Alteplasa (activador tisular del plasminógeno recombinante o rt-PA)
La Alteplasa es un activador recombinante del plasminógeno tisular humano. Administrado
por vía intravenosa permanece inactiva hasta que es activada por la fibrina. Cuando
esto ocurre, comienza la conversión del plasminógeno en plasmina, se produce la lisis
del coágulo de fibrina. Está indicado para pacientes afectados de ictus isquémico
cuya ventana terapéutica no supere las 4,5 horas. En este sentido se recogen los criterios
de inclusión y exclusión.24,26
Unidad de ictus
Es un espacio adscrito al servicio de neurología de algunos hospitales, cuya función
es la de proteger al paciente que ha sufrido un ictus (transitorio o establecido)
y atenderle durante las primeras 48-72 horas desde el inicio de los síntomas. Se consideran
unidades de cuidados agudos semi- intensivos, disponen de protocolos para el manejo
de pacientes en ictus agudo y sus complicaciones.27 Es aquí donde se administra el
tratamiento fibrinolítico en caso de que sea pertinente, se le monitoriza y vigila
durante el proceso. Estos dispositivos asistenciales cuentan con el personal, infraestructura
y programas que son necesarios para tratar y estabilizar al paciente con un estado
agudo de ictus. Se debe contar con un neurólogo coordinador (con experiencia en patología
cerebrovascular), un neurólogo de guardia de presencia física y una enfermera por
cada 4 camas.28,29
Resultados
En total se encuestaron 33 profesionales de enfermería, en su mayoría mujeres, al
responder la pregunta de si tiene claro el concepto de que es la enfermedad vascular
cerebral el 70% tiene clara la definición, mientras 24% no tiene claro que es el ictus
(gráfica I).
Gráfica I
Distribución de conocimiento sobre qué es el ictus.

Fuente: base de datos de nivel de conocimiento del personal de enfermería en el cuidado
y la aplicación del activador recombinante del plasminógeno tisular (rt-PA) en el
Ictus, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
Al evaluar el conocimiento sobre cuál es el tiempo vital para recuperar al cerebro
de un daño tisular (tabla 1), el 58% considera como tiempo vital dentro de las 3 a 5 horas.
Tabla 1
Distribución de conocimiento sobre el tiempo de recuperación del cerebro de un daño
tisular.
Opciones |
Frecuencia |
Porcentage % |
1-2 horas
|
8
|
24
|
3-5 horas
|
19
|
58
|
4.6 horas
|
2
|
6
|
No contestaron
|
4
|
12
|
Total
|
33
|
100
|
De igual manera se evalúa si conocen la triada de ictus, en donde se demuestra que
el personal de enfermería de urgencias identifica los signos y síntomas 67 %, mientras
18 % no tiene claro qué es y cuál es la sintomatología.
Al evaluar el conocimiento del personal de enfermería sobre las escalas con las que
se valora a un paciente en ictus 67 % menciono la escala de NIHSS el resto de personal
encuestado contesta de manera incorrecta o se abstiene de contestar. Por otro lado,
76 % conoce para qué sirve el activador tisular de plasminógeno el resto desconoce
o contesta de forma incorrecta.
Al evaluar sobre qué factores considera que afecta una adecuada administración del
fármaco 67 % dijo que se debe a la falta de capacitación y falta de interés a la enseñanza
(tabla 2).
Tabla 2
Distribución de consideración sobre qué afecta el conocimiento sobre la administración
del activador tisular de plaminógeno.
Opciones |
Frecuencia |
Porcentaje % |
Falta de capacitación
|
8
|
24
|
Falta de interés a la enseñanza
|
0
|
0
|
A/B
|
22
|
67
|
No contestaron
|
3
|
9
|
Total
|
33
|
100
|
El 73 % del profesional de enfermería conoce cuales son las intervenciones de enfermería,
que deben realizarse de manera inmediata para evitar mayor daño al tejido cerebral
a las personas con Ictus. El 85 % prepara adecuadamente el fármaco activador tisular
de plasminógeno, mientras un 15 % no conoce cómo preparar el fármaco. El 83 % tiene
bien identificado que una vez tomado los tiempos de coagulación será determinante
para trombolizar a un paciente con ictus, sin embargo, el 17 % no lo identifica. El
70 % sabe cuál es la dosis de administración del fármaco, el otro 30 % tiene dudas
al administrarlo. De igual manera, el 91 % del personal de enfermería conoce cuales
son los cuidados posteriores a la administración del activador recombinante del plasminógeno
tisular (rt-PA).